Conversamos con María Laura Sandoval, CEO de Cannabis Austral Consultancy, quien desde Junín, provincia de Buenos Aires, Argentina nos cuenta sobre la actualidad de la industria en Sudamérica y apuesta por el desarrollo a gran escala de los participantes en el sector.
Cannabis Austral se gesta a principios del año 2019, como resultado de la experiencia individual de Maximiliano Silgueira y María Laura Sandoval, dedicados a desarrollar proyectos dentro de la Industria Internacional del Cannabis. Con la perspectiva de generar impacto, la empresa está involucrada en el desarrollo económico de la comunidad, por lo que tiene muchísimo impacto a nivel social y ambiental.
¿Cómo definirías la situación actual a nivel legislativo de los países de la región?
Cuando hablamos de la región, hablamos puntualmente de Perú, Colombia, Paraguay, Uruguay, Argentina, Chile y Brasil.
Son todos momentos dispares, sabemos que por ejemplo Uruguay ya tiene un marco regulatorio bastante aceitado, donde su principal inconveniente en la actualidad es lograr acuerdos financieros, la apertura de cuentas bancarias para el sector, pero más allá de eso es un espacio político donde las empresas pueden llegar y bajo un protocolo de ingreso directamente tener acceso a proyectos de producción, investigación e incluso adquirir licitaciones gubernamentales en el área de recreativo.
Colombia en estos momentos ya tiene más de 1400 licencias en espera, alguna de las licencias ya activas iniciaron envío de muestras para exportación a Alemania hay acuerdos comerciales que se están cerrando para el uso de la materia prima en el mercado medicinal alemán en los próximos meses, pero todavía no tienen un marco regulatorio aceitado, los controles no son absolutamente efectivos y es por el tema de que demoran las licencias.
Paraguay tiene una normativa que permite la investigación y el uso medicinal de los derivados de cannabis, y actualmente se están presentado proyectos para ampliar las perspectivas del sector.
En Chile las normativas siguen teniendo grandes inconvenientes para la industria, está permitido el uso medicinal, hay acuerdos entre gobierno y algunas organizaciones que están funcionando hace mucho tiempo en el área productiva, hay un producto que se está vendiendo en las farmacias, pero de cualquier manera el aspecto regulatorio todavía no logra destrabar los puntos de presión que tiene, por lo que se encuentra frenado.
Argentina tiene una normativa que permite la investigación y el uso medicinal, aunque solo para los casos Epilepsia Refractaria hasta el momento. Recién está siendo accesible el producto mediante la llegada a farmacias de algunos laboratorios. Mientras que los gobiernos provinciales están adquiriendo proyectos para ingresar a la industria desde el punto de vista de investigación y producción de productos desde laboratorio.
Perú está ligado a las normativas y modelo de Colombia, los han usado para su marco regulatorio. Mientras que en Brasil vemos que recién comienza a gestionarse el marco regulatorio con algunos puntos de interés como en el sector de laboratorios e incluso la comercialización de farma.
¿Qué proyectos han podido desarrollar en la industria?
Hemos desarrollado proyectos en Uruguay en el área de producción, nosotros primero generamos el análisis de mercado para las características de cada inversor, generamos un mix de negocios si es necesario o una proyección sobre un negocio puntual, se genera un business plan, se hace la contratación de los profesionales asociados al proyecto. También hacemos la gestión de solicitud de licencias e incluso algunos protocolos de ingreso en Uruguay.
Luego de eso pasamos a la parte de Start-up y en Argentina estamos ligados a proyectos gubernamentales, que en algunos casos estamos como consultores de modelos de gestión e interacción entre gobiernos y privados. En otros casos estamos relacionados a todo lo que es networking y relaciones institucionales.
¿Cómo se proyecta el avance de la industria medicinal vs recreacional o de uso adulto?
La industria medicinal es lo que se encuentra activo hoy en la región, el uso recreativo o adulto se encuentra solo en Uruguay. Desde el aspecto medicinal se proyecta bastante bien, es una industria donde sobran los capitales y faltan los proyectos.
La perspectiva es sumarse al booming financiero y también en economías reales, que tiene una proyección para los próximos 5 años de tocar su punto máximo de crecimiento.
A nivel general se espera un crecimiento del 16% anual de la industria a nivel internacional.
María Laura Sandoval – CEO de Cannabis Austral Consultancy
Hoy Cannabis Austral se enfrenta a un nuevo desafío, los días 12 y 13 de septiembre se preparan para realizar un primer congreso de Innovación Productiva en San Pedro, Buenos Aires, Argentina.
¿Qué es lo que podemos esperar de este evento?
Es un evento de negocios que está dirigido a las relaciones que se generan cuando se reúnen comunidad, empresa, inversores y gobierno que en Sudamérica es una relación muy estrecha y por lo tanto la idea es generar un espacio de negocios de una duración de tres días donde van a participar en capacitaciones con referentes de la industria que vienen desde europa y de la región.
La relevancia de los disertantes está puesta en función del área productiva de gobierno e inversiones, por lo tanto el contenido es más que nada capacitación de empuje o disparadora para que puedan interactuar estos tres sectores, empresa, inversores y gobierno.
Dentro de los expositores destacan Nicolas Heller, director de Business Development Latinoamérica para Helix TCS, desde Estados Unidos estará presente Eileen Ebene, quien es Co-founder de la empresa SmartCultiva y desde Italia, Rachele Invernizzi de South Hemp y EIHA (European Industrial Hemp Association) entre otros.
¿Cuál es el área de la industria que ven con mayor potencial de desarrollo en la región?
Creemos que el medicinal es un sector muy específico pero que a su vez es incipiente porque el estudio de cannabinoides recién inicia. Hasta que toda la parte de estudios clínicos pase al área comercial todavía quedan unos cuantos años de desarrollo en ese sector, tiene una gran perspectiva de crecimiento.
Y en relación al cañamo industrial, aun ni siquiera se a desarrollado un 0,2% de lo que se puede desarrollar en la región a nivel negocios, tiene un potencial enorme. Nuestra región tomara gran fuerza en primer lugar, debido a las matrices productivas que tenemos en países como Colombia, Argentina y Uruguay que son productores de materia prima y verán en el cáñamo industrial la posibilidad de un paso de industrialización dentro del área de cultivos.
Los 5 años próximos para nosotros son fundamentales, sabemos que van a ser los 5 años de mayor crecimiento de la industria mundial, sobre todo a nivel medicinal ya que los mercados tendrán los marcos regulatorios. Así que esperamos que nuestros países están preparados para competir durante los próximos años en el mercado.
Nos gustaría ver a la región con un sector de competencia, tenemos todos los recursos, desde tierras, excelentes recursos en investigación científica y medicina, en ingeniería agronómica, grandes emprendedores referidos a lo industrial. Por lo tanto creemos que dadas las condiciones el escenario y el mapeo general, nuestra expectativa es que el sector esté instalado en el cono sur y que podamos ofrecer una competencia nivel internacional ya no de materias primas, sino que de productos industrializados elaborados y que estos nos permita un desarrollo en lo económico para nuestras comunidades, con un excelente impacto en lo ambiental también.