El 25 de octubre del 2020 los ciudadanos de Chile hicieron historia al elegir democráticamente redactar una nueva constitución que asegure un pacto social para el presente y futuro del país. Todo esto luego de la “Revolución Social” del 18O, el inicio de un despertar en busca de nuevos derechos y libertades. Y claro, la comunidad cannábica no fue la excepción.
Los buenos humos originaron una decena de cabildos cannábicos autoconvocados que se llevaron a cabo a lo largo de todo Chile durante el año 2019 y 2020, reuniendo a sus diferentes comunidades intentando así interpretar sus urgentes necesidades de cambios. Este momento marca una nueva forma de hacer políticas públicas en el país, retomando la participación ciudadana como elemento central de la democracia.
Como Buena Flora, sentimos un gran entusiasmo con los cambios que se podrán lograr en la Convención Constitucional, dejando plasmado esos momentos históricos en dos episodios de Hablemos de Weed.
Así el 4 de julio del 2021 se dio el proceso de instalación de la Convención Constitucional y diversas organizaciones comenzaron a buscar la manera de poder influir en ella para encontrar una representación de la comunidad en el nuevo texto fundamental.
Durante los meses de noviembre y diciembre, ocho organizaciones solicitaron audiencia pública al nuevo poder constituyente en diversas comisiones, dentro de las que destacan la de Derechos Fundamentales y Sistemas de Conocimiento. Las temáticas ofrecidas giran en torno al autocultivo y la soberanía personal, al cannabis, enteógenos, Ley 20.000, salud, bienestar y espiritualidad. Estas entidades fueron Activismo Cannábico Chile (ACC), Dispensario Nacional, Fundación Cannabimed, Fundación Daya, Poder Ciudadano Cannabis y otros Enteógenos, Fundación Eleusis, Triagrama y Fechicc.
Esto permitió comenzar a juntar las aguas y el conocimiento de la comunidad para lograr escribir la iniciativa de norma constitucional que hoy hace noticia. La propuesta presentada por Activismo Cannábico Chile (ACC) junto al apoyo de más de 60 organizaciones, será publicada luego de ser aprobada en la plataforma digital de participación popular, junto a otras iniciativas populares de norma.
Ya puedes firmar aquí la iniciativa de norma popular.
¿Cómo se gesta la organización de la comunidad para llegar a este hito?
Nos comunicamos con Vale Verdosa quien es parte del equipo de ACC y nos cuenta el camino.
«La iniciativa nace de la convencional Manuela Royo quien trabajó junto a Ana María Gazmuri para poder lanzar esta norma popular. Ellas dos junto a Mamá Cultiva Araucanía (Mariela), fueron quienes iniciaron la propuesta, para luego comenzar a convocar personas y organizaciones que pudiesen aportar desde todos los sectores».
«En este proceso me invitan a participar y en una de las asambleas se habló el tema de cómo se iba a presentar esta propuesta, que tenía que ser a cargo de una organización que nos pudiese representar a todos, no solo a un grupo».
«Hoy día Activismo Cannábico Chile está descentralizando, porque se están activando las regiones y está incorporando a todos los actores de la comunidad cannábica, entonces es una organización con la que se sienten identificados la gran mayoría. Y bueno, nos preguntaron si podíamos utilizar la plataforma y por supuesto que sí, estamos para poder servir a la comunidad».
Luego conversamos con el abogado Pablo Orellana de Fundación Eleusis, quien participó de la redacción del texto para la iniciativa de norma popular.
¿Qué busca consagrar la iniciativa de norma?
«Lo que busca es la creación de un nuevo derecho fundamental dentro de la constitución que se está diseñando, que reivindique lo que ya es. Que vuelva explícito lo que ya existe. Que cada persona es digna y soberana de administrar su propia existencia y su persona. De elegir explorar y seleccionar las vías para su propio desarrollo, y que el Estado tiene prohibido intervenir. Debe respetar y honrar este espacio intangible de autodeterminación».
De igual manera nos comenta que: «Independiente del resultado, hasta donde escalé este proceso, es importante rescatar a una ciudadanía más consciente y activa, reivindicando su lugar dentro de la sociedad y dentro de su propia existencia. Esta moción debe catalizar una evolución cultural sobre como entendemos nuestra existencia humana y como nos ubicamos en conexión con la naturaleza».
Por su parte, la diputada electa Ana María Gazmuri conversó con LUN y afirmó: “Tiene que ver con consagrar el derecho al libre desarrollo de la personalidad, que incluye la soberanía personal y la decisión de cómo incorporamos a nuestras vidas el uso del cannabis”.
Y para cerrar este artículo, hablamos con MuyPaola de StgoVerde, parte de la organización que se encarga de difundir y comunicar la campaña para lograr reunir las firmas a tiempo.
«Estos días se ha llevado a cabo en diversos puntos del país, el lanzamiento de la iniciativa popular de norma pero solo puedes firmar siete propuestas. Por eso, la invitación es a guardar una firma para el cannabis. En alrededor de 7 días, si todo sale bien, se espera tener el documento habilitado para poder ser firmado de manera online en la plataforma de la constituyente. Conversa en tu casa, con tu familia, en el trabajo, compártelo en RRSS. Esta es nuestra oportunidad de lograr cambios».