El ex boxeador y actual empresario ligado al cannabis, volverá con 51 años a la competencia, en una pelea que muchos catalogan como una manera de hacer dinero rápido por parte del hombre con la cara tatuada.
Estamos ad portas del retorno del controvertido campeón del Boxeo; Mike Tyson. Con un record actual de 50 victorias y 6 derrotas, Iron Mike, regresa a la competencia luego de su último enfrentamiento en el año 2005 cuando perdió contra Kevin Mcbride por knock out técnico.
El otrora campeón del mundo, es considerado uno de los mejores boxeadores de la historia, convirtiéndose en el campeón más joven de la categoría peso pesado con solo 20 años y 4 meses en el año 1986. Dos años más tarde ya ostentaría el mismo título en tres distintas organizaciones de boxeo.
LA PELEA SERÁ A OCHO ROUNDS DE DOS MINUTOS CADA UNO Y SE DESCARTÓ EL KNOCK OUT, POR LO QUE AL HABER UN SANGRADO, SE DETENDRÁ EL COMBATE.
Ahora bien, aunque Mike Tyson sea un espectáculo en sí mismo, esta pelea ha recibido una atención especial. No son solo los 10 millones de dólares que cobró la estrella por pelear. Además, exigió a la asociación que hará los controles antidopaje, excluir la cannabis de este examen. Por lo que ambos peleadores podrán consumir marihuana incluso minutos antes de la pelea. Ambos tienen negocios ligados al cannabis.
Asimismo, el boxeador reconocido por morder la oreja de Holyfield, además estará auspiciado por una empresa encargada de distribuir productos cannábicos. El jefe del área de marketing de la empresa; Weedsmaps señaló a través de un comunicado que es “un momento significativo para la industria y que ello generará un clima de reflexión alrededor del cannabis, lo cual puede ser vital para eliminar barreras y estigmas en torno al tema”.
Si bien la relación de Tyson con el cannabis es reconocida. En el año 2006, un año luego de retirarse, se inició como empresario cannábico. Es la primera vez que se permite que deportistas esquiven esta droga en el control antidoping. Un hecho sumamente especial y excepcional para un ex boxeador que reconoció que el 2019 su gasto de consumo mensual rondaba los 40 mil dólares.
